27 jun 2016

HCS: Forbidden, Tabitha Suzuma

En esta ocasión estaré hablando con Spoiler sobre la novela Forbidden de Tabitha Suzuma, la cuál discutimos en el mes de abril en el club de lectura.
Este libro toca un tópico considerado tabú, lo que me pareció una apuesta arriesgada por parte de la autora y que por lo mismo me hacía mucha ilusión leer.
Nos cuenta la historia de Maya y Lochan, dos hermanos que de una manera u otra terminan amándose más allá de la manera fraternal.
Habiendo leído historias como Boku wa Imouto ni Koi o Suru (I´m in love with my little sister) de Aoki Kotomi, The flower of evil de Lee Hyeon Sook y True love de Sugiyama Miwako, no era la primera historia sobre hermanos que leería, por lo que no tenía ese temor inicial con el que muchos que leen este tipo de historia pueden encontrarse, no tenía el predicamento de si estaba mal o era asqueroso, ni nada por el estilo, sólo tenía la inmensa curiosidad por cómo Suzuma abordaría este tema ya que consideraba que esta vez el público que tenía como objetivo no era el mismo que el de los mangas y manhwa antes mencionados.
Al empezar a leer me encuentro con un primer capitulo bastante satisfactorio, en el que se hace evidente la introvertida personalidad de Lochan, uno de nuestros personajes principales. Aunque el personaje que también es introducido en este capitulo se me hace algo cliché, la típica madre descuidada y ávida de atención masculina que ha sido abandonada, no dejo de darle la oportunidad al personaje y a lo que la autora pueda hacer con él.
En el segundo capitulo nos encontramos con que la perspectiva cambia y ahora es Maya, la hermana, quien cuenta la historia. Es otro capitulo introductorio en el que se nos muestra las diferencias entre las personalidades de Maya y Lochan, y a la vez sus similitudes.
Me gustó mucho la forma en que se nos presentó a los personajes. Fueron retratados de una manera tan natural, tan reales.
Descubrimos rápidamente la disfuncionalidad de la familia Whitely. Cinco niños, siendo los mayores Lochan y Maya, y quienes tienen que jugar a la mamá y al papá para suplir la ausencia de sus verdaderos padres. Una madre totalmente irresponsable, más dedicada en conseguir una cita que en darle a sus hijos de comer y un padre incluso mas irresponsable, ya que los abandonó por completo a todos.
Al principio no podía dejar de alabar a Tabitha Suzuma por la forma en que conseguía hacer de escenas simples todo un despliegue de emociones, además, la forma en que retrataba a Lochan era simplemente magnifica, podía sentir su frustración, su ansiedad... su dolor era casi palpable.
Y la madre... con cada aparición se hacía un personaje aun más odiable...
La actitud de Kit me parecía totalmente acertada para el tipo de situación que vivía.
Pero con Maya... algo en su personaje no me parecía encajar del todo.
Por la dinámica familiar que Suzuma describía resultó ser hasta entendible el como los sentimientos de Lochan y Maya pasaron a ser románticos, dejando atrás lo fraternal, aún así me sorprendió el punto en el que ambos revelaron el tenerlos. Por otro lado me gustó la forma en que reaccionaron ante ellos, ya que de una u otra forma trataron de mantenerse racionales y analizar lo que implicaba, cosa que siento que en las otras historias de la misma temática que he leído no se hizo tan a profundidad, aunque lo cierto es que en estas no se contaba con el agregado de las implicaciones legales.
Un punto que no puedo dejar de mencionar es que me pareció que Tabitha hizo de Lochan el mas reticente a iniciar la relación, no sólo por ser el mayor, sino por ser el varón. Pienso que vio en esto una mayor oportunidad de aceptación ara la historia, ya que siendo realistas, de haber sido Lochan el que insistiera todos hubiésemos condenado la historia inmediatamente y hecho a un lado los sentimientos mutuos y tachado todo como violación desde un inicio, no por lo legal del incesto, o, simplemente por el hecho de que sería el hermano mayor y el varón de la relación el que estuviese presionando a la pobre e indefensa hermana menor.
Algo que me pareció un poco ridículo es la insistencia de los hermanos de mantener la distancia en público, pareciéndome que por lo general exageraban. Es decir, yo no les pondría a besarse en público o entrelazar las manos de manera romántica mientras se miran con corazoncillos en los ojos, pero ¿en qué mundo los hermanos no interaccionan? Como mayor de tres hermanos, una hembra y un varón, les puedo decir que en nuestros días de escuela nadie hubiese volteado a mirar dos veces por vernos juntos en el patio de recreo o hablando en unas escaleras o los pasillos. En mi opinión resultaba más sospechosa la completa falta de interacción de esos dos, especialmente teniendo en cuenta que no se llevan muchos años. Es decir, yo no me pasaba el día de arriba a bajo con mi hermano al que además de diferir en sexo le llevo cinco años, pero mi hermana a la que sólo le llevo un año y yo compartimos el circulo social, y era igual para otros hermanos en mi escuela, sin importar que fueran chico y chica. Así que este es un punto que nunca logré entender en la historia.
Admitiré que esperaba que la historia me conmoviera más, pero llegado a un punto se me hizo predecible y consideré que la autora desaprovechó muchos puntos a los que pudo haber dado buen uso.
La introducción de personajes que prometían pero resultaron ser sólo relleno me pareció un desperdicio. Desde la mejor amiga de Maya hasta el único chico que pareció congeniar con Lochan.
Y la conclusión de la historia se me hizo algo apresurada. Después de tanto tiempo teniendo en cuenta las consecuencias, siendo cuidadosos al extremo, asegurándose de no cruzar los limites, echarlo todo al olvido sin pensárselo dos veces me pareció un descuido. Además de que se pudo haber abundado un poco más en la perspectiva de Maya tras haber sido descubiertos. En las reacciones de la gente a su alrededor.

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