Entró en el almacén sigilosamente y casi rió de su propia estupidez, como si con eso pudiese evitar que notase su presencia, aun así continuó avanzando con cuidado.
-
¿Qué haces aquí Jade?
El
sonido de la voz de Ashlian a su espalda la hizo dar un respingo y llevarse la
mano al pecho sobresaltada, se giró rápidamente dispuesta a decirle lo poco
grato que resultaba ser asustada de esa manera, pero al verlo olvido todo
pensamiento racional. Lo había visto por última vez hacía solo unas pocas horas
pero de pronto parecía que hubiese pasado mucho más tiempo, no sabía si debía a
que su expresión no estaba teñida de la evidente inconformidad que le
caracterizaba durante los últimos días.
-
Yo...
yo... – tartamudeó, había reparado en su pelo mojado que indicaba acababa de
salir de la ducha y no podía dejar de imaginar una escena totalmente diferente
a la que realmente estaba viviendo. El haberle visto desnudo no había sido nada
bueno para su cordura, no podía evitar crear en su cabeza todo tipo de escenas
cada vez que lo veía y debía confesar que ninguna de estas era algo que se
pudiese compartir con el público en general, en resumen debía decir que estaba
sexualmente frustrada.
-
Pregunte
qué haces aquí – dijo Ashlian pasando a su lado – pero lo cierto es que esa
respuesta la conozco, lo que realmente me intriga es que estés aquí a esta
hora.
Lo
vio dejarse caer en la cama y caminó hacia él.
-
Me
sentía muy inquieta en casa y para cuando me di cuenta ya venía hacia acá.
Se
abstuvo de decir que lo que la había hecho caer en cuenta de lo que hacía había
sido la pregunta del taxista de si se trataba de una emergencia para ir lo más rápido
que pudiese, solo entonces había reparado en la hora y en el estado de ansiedad
en que se encontraba.
–Puedes entrar a la casa
por la puerta de la cocina.
-
No
quiero entrar a la casa.
-
Eso
no fue lo que me pareció cuando tocaste a la puerta –
replicó.
-
Eso
fue antes de recordar que te podía encontrar aquí – se encogió de hombros –
Ahora mismo no tengo nada que buscar en la casa.
-
Estoy
cansado Jade por lo que te agradeceré que no molestes.
-
No
lo haré – prometió.
Él
no dijo nada más por lo que ella asumió que le permitía quedarse. Había notado
que el parecía agotado últimamente y suponía que toda la situación actual era
la causa de ello. Como le gustaría borrar todo ese cansancio y junto con este
desparecer todo lo que le molestaba.
Aun
a riesgo de molestarle se acercó a él y pasó una mano por su pelo, sin importar
que tuviera que hacer, definitivamente iba a acabar con toda amenaza para el bienestar de Ashlian.
Leer novela completa
Leer novela completa
Haidelis Montero
No hay comentarios.:
Publicar un comentario